Más allá de las fronteras

Sep 28, 2017

De figuras y otras magias No. XIII

El recuento de los daños

En la opinión y memoria de Juan Alberto Vega Barreto [Albar Says] para www.Tepotzotlánpueblomagico.org

“Quien sabe del dolor, todo lo sabe” Dante Alighieri

     

 

 

 

Observar al pueblo mexicano ante el desastre del 19 de septiembre, fue una experiencia que estremeció las fibras más sensibles del mundo. Se pudo ver desfilar rescatistas de Medio Oriente, Asia y Latinoamérica. Mirar a la SEDENA con el pueblo, trabajar hombro a hombro, mano a mano y sin distinción alguna, todos con el objetivo de evitar mayores calamidades en una ciudad derruida por la fuerza de la naturaleza.

Concluidos muchos de los trabajos, toca el turno, quizá a todo aquello que resultaría más complejo por recapitular. Con melancolía en los ojos y con fe en el corazón, comienzan a enumerarse; las pérdidas humanas en cifras oficiales, los inmuebles fracturados y la distancia a la redonda en que el sismo causo estragos.

El buen juez, por su casa comienza: ¿Qué es lo que sabemos del Estado de México? Los reflectores mediáticos hablaron de Frida Sofía, una alumna que nunca existió en el Colegio Rebsamen, uno de los edificios que colapsaron y tuvieron gran cobertura por las televisoras. Los tópicos en las redes sociales evocaron el compromiso de los perros rescatistas, su lealtad con el hombre y estos seres vivos ratificaron ser el mejor amigo del hombre, al buscar incansablemente señales de vida en los edificios que cayeron.

Las voces cobraron importancia al voltear a ver Morelos, epicentro del sismo, el mirar municipios que fueron reducidos a escombros, videos virales de los campos cimbrados por la fuerza de la naturaleza, camiones que fueron apoyar a las diferentes localidades dañadas. Puebla, otro de los estados con mayor afectación, sintió sus estragos en los monumentos históricos, con melancolía se vieron muros de iglesias convertidas en la nada, edificios que habían observado erupciones y exhalaciones del Popocatépetl, memorias históricas de los movimientos que forjaron a México, muchos de ellos se volvieron nada y hoy día son escombros, cenizas.  

Reitero la pregunta ¿Qué sabemos del Estado de México? Conocemos el panorama de Ocuilan, Malinalco y Tenango del Valle. No podemos olvidar que Malinalco es uno de los 13 pueblos mágicos de Estado de México, gran parte de su economía se debe al turismo. Espero no perder la objetividad, pero la riqueza de este pueblo es inimaginable.

En mi memoria, recuerdo un rio visitado de la mano de mi madre cuando mi memoria comenzaba a formarse. El comer trucha al pie del arroyo, plantas y más plantas que dejan al vivo y descubierto la belleza natural, recuerdo entonces desconocía el valor histórico que sus calles escondían, pero me encantaba viajar de la mano de mi madre a Chalma y Malinalco.

Punto de fortaleza y atractivo es una pirámide tallada en la roca, la única construcción con dichas características en México. En este basamento habla de la grandeza de los pueblos prehispánicos, su cosmogonía y organización, al ser un espacio dedicado para la preparación de la milicia mexica, principalmente. Cabe recordar que lleva por nombre “Cuauhtinchan” que literalmente se traduce como “Morada de las Agilas”, del recinto ceremonial y militar me gustaría hablar en otro momento y fuera de un artículo de opinión.

“El convento del Divino Salvador” deja al descubierto la cosmogonía y concepción del cielo durante el virreinato, cabe destacar que dicha concepción fue alimentada por la frescura que dio a la fe católica “La Divina Comedia” de Dante Alighieri. Su construcción data del siglo XVI y fue realizada por los Sacerdotes Agustinos, mismos que evangelizaron la región. En su interior, como he dicho antes, se observan frescos, tanto en la iglesia, como en claustro de dos plantas que deja al descubierto un temple en blanco y negro, que pigmenta la imaginación entre aves, flora y fauna. El edificio también fue entendido como una fortaleza que llegó a ser ocupada por los movimientos revolucionarios de México y por los cristeros, ambas guerras en el siglo XX.

Los barrios de Malinalco cuentan con capillas, mismas dedicadas a santos y a vírgenes, todas capillas diminutas en las que la religiosidad mexicana se percibe al ingresar a sus atrios e interiores. Construidas en piedra, con una capacidad de más de 100 personas en su interior, son ideales para un encuentro espiritual con Dios.

Por último me gustaría hablar del Santuario del Santo Cristo de Chalma, un centro de fe y espiritualidad nacional, al ser uno de los centros religiosos más visitados de México. Edificado en la cañada, es un lugar al que sanos y enfermos visitan para agradecer y realizar ruegos, mandas e imploraciones a un cristo de pasta de caña, con el cabello largo, que según las crónicas fue encontrado en una caverna a la mitad de la cañada.

Es conocido que muchos de estos monumentos no sufrieron grandes estragos. Sin embargo, hablo de ellos, puesto que son parte de los atractivos turísticos que la región. Mi intención no es sana al hablar de ellos, busco proponer la elaboración de textos que den continuidad de diferentes atractivos que sean de su interés en estos espacios afectados por el terremoto. En lo personal me encantaría que la economía turística de la región se reactivara. Sería estupendo ver florecer una reconstrucción gracias al turismo, al saber y preservar de nuestra memoria histórica en el Estado de México

 

 

 

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