Por el placer de recordar

Jul 3, 2014

Tepotzotlán desde tiempos inmemorables ha sido un lugar donde la magia convive con la realidad


 

Por Juan Alberto Vega Barreto para www.Tepotzotlánpueblomagico.org


Lugar del Jorobado o junto al jorobado; en náhuatl eso quiere decir “Tepotzotlán”. Varias vertientes del pensamiento conviven en este vocablo. Hay quienes creen que se debe al cerro del jorobado o de la joroba que se encuentra viendo de frente a los cerros en el municipio, cerro que se encuentra al pie del Bo. De Capula y san Mateo Xoloc. Otros piensan que se debe a que en Tepotzotlán habitan personas con jorobas, o que fue gobernado en tiempos antes de la conquista por una persona jorobada.
Esto es interesante porque las personas que visitan Tepotzotlán suelen confundir el vocablo con el de Tepoztlán, en Morelos. Algo que para aquellos que conocen las diferentes variables del náhuatl saben que es algo completamente distinto. Esto porque Tepoztlán quiere decir; entre barrancas de cobre. Entonces recomendamos no cometer ese pecado al nombrar estos tan contradictorios lugares.
A decir verdad la mayoría de sus pueblos o barrios tienen glifos y topónimos pertenecientes a vocablos indígenas, lugares que perduran como parte de la evidencia de lo que desde hace por lo menos cinco siglos encontramos en este lugar. Aquellos lugares que tienen la conjugación de la historia con el saber popular, calles que con el paso de los siglos son el testimonio de caminos por donde desfilaron toda clase de personas, eso desde que el tiempo es tiempo.
Aproximadamente son catorce siglos de historia en la que los hombres han habitado en Tepotzotlán. Se habla sobre primeros habitantes, que fueron nómadas y aprovecharon las diferentes cavidades en los cerros para resguardarse. Nos cuenta Neri Vargas en la Monografía Municipal que fueron otomíes la primera vida sedentaria que se estableció en el paraje de la cabecera municipal, parece ser que fue por el siglo IX cuando comenzó a la construcción de un nuevo establecimiento político, en la cabecera, se habla de la construcción de una pirámide derruida a la llegada de los Franciscanos en 1524 a este lugar.
Diferentes fueron los gobiernos o formas de asentamiento que prosiguieron la obra a los pies de esta sierra, se habla de la erección de un señorío independiente en estas tierras, finalmente en 1460, por Quinatzin III. A partir de entonces se habla de Tepotzotlán como comunidad en los diferentes códices de la época. Los glifos en los diferentes códices suelen representar a los pies del cerro a un jorobado sobre un basamento piramidal.
Pero no todo es eterno y en muchas ocasiones no sobrevive, por ello a la llega de los Españoles; Tepotzotlán no se encontró fuera de sus planes dominantes y expansionistas con los que llegaron. No fue una prioridad, pero tampoco lo despreciaron.
Se habla de una toma de Tepotzotlán el 3 de Julio de 1520. Como ya sabemos la historia nos dice que después de que los españoles viven aquello que llaman la Noche Triste, en la calzada de Tlacopan el 30 de junio de 1520. El ejercito de Don Hernan sale por el rumbo norponiente de la ciudad, buscando renovar fuerzas y terminar con aquel vasto imperio que amenazaba la poca gloria que alcanzaría como conquistador.
Se cuenta que después de que llora su derrota en al árbol viejo o ahuehuete de Popotlá, decide salir por Azcapotzalco, pasa por Naucalpan, donde el hombre deja escondida a la Virgen de los Remedios entre magueyes, es a partir de aquí que emprende una marcha para explorar el norte del territorio, sube hasta llegar al naciente señorío antes mencionado. Aun que Quinatzin no vive la llegada de los españoles a sus tierras, es Macuilxochitzin quien enfrenta y le enfrenta con una batalla.
Después de una batalla como muchas que se vivieron a la llegada de los españoles, estos derrotan a este pequeño señorío y lo vuelve su aliado en la conquista. El único testimonio de este episodio se encuentra en el Codice Ozuna, donde vemos a Cortes montado en un caballo, empuñando la lanza, detrás de él unos soldados y la Malinche, se puede observar a un guerrero águila atacando a las filas de soldados de Tepotzotlán, frente a Cortes observamos una pirámide, un jorobado en lo más alto y una flecha que apunta a él. Sobre este episodio dice Tepotzotlán. Una vez derrotado, es contemplado este lugar para posibles asentamientos con la métrica virreinal.
Como se sabe que en 1524 llegan los frailes Franciscanos a Tepotzotlán y construyen el curato y la iglesia de San Pedro. Como siempre pasa el tiempo y después de la fiebre de la conquista, este lugar se vuelve un lugar de contemplación y silencio. Al grado que a la llegada de la Orden Jesuita a la Nueva España en 1572, estos buscan donde instaurar los diferentes colegios que demarcan los estatutos de su fundador. Es para 1580 cuando después de un debate entre darles la parroquia de Huixquilucan o de Tepotzotlán, ya que en ambas habían muerto los párrocos, son mandados al lugar del Jorobado.
Es así como podemos hablar sobre los primeros años de historia en Tepotzotlán, como podemos ahora recordar la caída o toma del lugar del jorobado en 1520, por manos de los españoles. Lo cierto es que Tepotzotlán desde tiempos inmemorables ha sido un lugar donde la magia convive con la realidad, parece que es un lugar donde puede existir toda clase de realidades. La magia de la historia sabe convivir con lo natural. Aquellos lugares donde ya sea por el nombre o por la anécdota, siempre tienen algo para el visitante. Sabemos que la tradición oral habita en cada uno de sus espacios, lugares que pueden contar historias de todo tipo, pero que desconocemos porque son ellas las que deciden guardar silencios.
Te invitamos a que descubras estos espacios y los disfrutes.

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