La palabra artificio, según la Real Academia Española en el diccionario de las autoridades escrito en 1726 proviene del latín y significa: “el primor el modo, el arte con que está hecha alguna cosa”. Es por esta interpretación que se le daba a esta palabra, que dicha exposición fue titulada con este nombre. Es una muestra pictórica en la que se exalta los artificios en las pinturas, esos detalles en que se detona los elementos que eran tomados por las manos de los pintores. Más que entender una época, un diseño iconográfico, es un trabajo realizado para admirar los pequeños detalles, que en el momento en que se observan detenidamente, dejan de ser pequeños y son elementos consistentes en la pintura, es imnotizar la mirada para que así no se detengan los ojos en un único punto, todo lo contrario, sean incentivos para mirar cada detalle de la obra.

Artificio para la mirada es una exposición en la que se descubre la influencia de la pintura flamenca, en las obras realizadas durante el siglo XVII en el Virreinato de la Nueva España. Exhibe el legado de una de las principales escuelas artísticas universales; la estrategia de los países bajos, en su momento llamados Flandes. Se atreve a romper con el paradigma concebir una pintura por sí misma, son los espacios en que fue montada esta exposición en que se habla de un concepto en las diferentes representaciones; civiles, religiosas, en caballete, realizada con los delicados hilos de oro y plata, para así también observar que el artificio, más allá de ser una representación, era una forma de concebir la vida.

“Cada uno de los elementos que se encuentran en las pinturas; joyas, telas, animales, flores, paisajes, prendedores, zapatos, movimiento en la misma pintura, son aquellas perspectivas las que vuelve característico y digno de admirar en la obra de arte.” Elsa Arroyo Lemus, investigadora de la UNAM que fue invitada a realizar aportes y perspectivas en la exposición, gracias a su especialidad, estudios y dedicación a la influencia del Arte Flamenco en México.

La exposición fue pensada para recorrer cuatro bloques, distribuidos en cuatro salas, para observar detalladamente entre pinturas, telas, impresos, orfebrería y grabados, mismos elementos que aportaron a que la pintura novohispana evolucionara tal cual la conocemos en la actualidad. En el recorrido también se observar videos en los que se observan los cuidados y preparación que tienen las piezas para así encontrarse listas para ser admiradas. De igual forma se cuenta con una sala dedicada a elementos didácticos, libros y estrategias de mediación en las que se interactúa con el visitante para que sea otra forma de comprender y vivir el arte.

Es en la primera sala en que se observan obras de Martin de Vos, quien como ya hemos dicho, fue el autor de las obras que llegan a la catedral antigua y con las que la escuela novohispana es educada. De igual forma se observan obras que son propiamente flamencas para que así, sea la propia observación del visitante el que realice la abstracción del estilo y sea el libre albedrío que posea el visitante, el que logre considerar si es que las obras flamencas influyeron en el arte, o es únicamente una interpretación de los museógrafos, historiadores y curadores de las salas.

Nos dice la curadora de la exposición Verónica Zaragoza al recorrer las salas, “Se afirma que el uso del óleo tenía su origen entre los afamados pintores que formaron escuela al norte de los Alpes, en Flandes, y que desde el siglo XIII se comienzan a realizar experimentos con pigmentos mesclados con aceites y demás condimentos. Es por eso que Vasari – un historiador de los pintores renacentistas- no dudó en crear e mito que el invento de la pintura al óleo es de la escuela Flamenca y propiamente de los hermanos Eyck, es por ello que con esta nueva técnica, también se transformaron las estrategias pictóricas y llegan a España, gracias al enlace matrimonial de Juana de Castilla y Felipe el hermoso.”

Es el siguiente bloque en que se observa detalladamente como fueron las intervenciones, evoluciones y experimentos en el arte novohispano – si es que puede llamarse así a las creaciones que realizaron los autores de américa-. El cómo, con el paso de los siglos, las diferentes escuelas llegan a dar origen a grandes maestros como; Villalpando, Cabrera, la dinastía Rodríguez Juárez, Sánchez Salmerón y demás pintores, mismos que se enfocan en la observación de los elementos, en los detalles de las telas, en los paisajes realistas y que más allá del mito religioso, se observara como un encuentro entre la realidad y los siglos en que se ilustraban las pinturas.

La exposición abrió sus puertas el 12 de noviembre y será hasta febrero del próximo año cuando se pueda recorrer, aún se desconoce si ha de visitar otros espacios y ha de ser prestada para disfrutar en otros museos, como fue el caso de otras exposiciones que surgieron en el Museo Nacional del Virreinato y que llegaron a otros puntos de Europa y América latina. De igual forma, se espera que dentro del marco de dicha exposición se realicen actividades académicas para complementar los estudios previos realizados para su montaje.

“Quizá sea este el aporte de dicha exposición, mirar las pinturas por el placer de mirar, esta se encuentra montada para únicamente mirar, admirar y disfrutar”.
Verónica Zaragoza.