Adiós 2016

Dec 28, 2016

De figuras y otras magias, No. V

El recuerdo del corazón en el 2016

En la opinión y memoria de Juan Alberto Vega Barreto
[Albar Says] para
www.Tepotzotlánpueblomagico.org

La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado. Gabriel García Márquez

El 2016 agoniza, lo cierto es que trajo con su paso gratos momentos y agradables perspectivas, opiniones y novedades en Tepotzotlán. En lo personal me gustaría dar cinco momentos en los que me enamoré de Tepotzotlán en el 2016 y que por ello se volvió un año digno de recordar. 

Para empezar, me gustaría hablar por una investigación que ha quedado en la memoria e incluso fue la cereza del pastel para reconocer el trabajo de restauración de las manos mexicanas, las nuevas tecnologías y la tradición que sobrevive. La exposición temporal sobre “Santiago, un caballero con alma de maíz”, fue volver a ver al caballero de Compostela que algunas voces decían, se encontraba en el olvido y descuidado en lo que un día fue la sala del XVI en el Museo Nacional del Virreinato. Hay que recordar – y fuello lo que en lo personal me cautivo-  que en esta exposición aprendimos sobre las técnicas de restauración a la escultura ligera en el siglo XXI. Aquella que anteriormente se le conocía como pasta de caña, que cautivan por ser un legado de  nuestras raíces americanas. El observar que incluso la tradición de que el caballerango peregrine la noche o madrugada del 25 de julio, es algo que da vida y un sentimiento propio para nuestra nación. Con esto se vuelve una tradición viva y que cautiva a los antropólogos, historiadores y sociólogos, pero sobre todo al pueblo, mismo que sigue rindiendo culto al santo montado en un caballo.
En segundo lugar, me gustaría citar los diferentes coloquios organizados por la dirección del MNV.  Probablemente esto también repercute en las conciencias y mentes de nuestro siglo, el legado de los Sacerdotes Jesuitas y sobre todo mirar de cerca el camino real de tierra adentro, proclamado en el 2010 y que a cinco años de dicho nombramiento, ahora podemos hablar sobre los aportes que se siguen suscitando. Son estas contribuciones las que regresan a florecer Tepotzotlán, el hablar de un pasado que sigue vivo y que modifica la perspectiva, opinión tal como un día fue un referente para la sociedad novohispana educada por los mismos clérigos, es así como sigue siendo un faro intelectual para México e incluso el extranjero.
Un punto obligado para esta numeraría, son los eventos organizados por el Parque Ecológico Xochitla. Aquí podemos hablar sobre; el Festival de Globos, el Festival de Muertos, el Festival de flores y demás. Este parque además de ser un pulmón vivo, cuidado y respetado en Tepotzotlán, también es un lugar en el que podemos observar la sana convivencia con la naturaleza, las tradiciones y abrir los ojos con festivales de luz y sonido.  El continuar en la creación de conciencias sobre el cuidado ecológico, el reducir la huella ecológica y que por pequeño que sea el granito en el cuidado de la naturaleza. El observar la dedicación de los que en estos lugares laboran, - claro también hay que reconocer a los que trabajan en el MNV- que dedican su tiempo para crear un mundo mejor y con nuevas voces en la infancia sobre todo.
El cuarto lugar es algo que me encanta y creo nunca he escrito sobre ello, es subir a los cerros de Tepotzotlán, mirar la presa, escuchar el cantar de las aves, el aroma a tierra mojada. El sentir lejos el movimiento humano y saber que la naturaleza tiene su propio ciclo, que ella es perfecta y que se acopla a todo lo que podamos imaginar. El mirar las familias de animales silvestres, los arboles frutales, el cantar de los grillos, esto para en mi concepción es tener un dialogo directo con la naturaleza.
El quinto punto por el que amé este 2016 a Tepotzotlán, lo amo y creo que siempre lo amaré, es por sus fiestas de pueblo; escuchar la banda de viento, el retumbar de la pirotecnia, la comida típica, alguna de las bebidas típicas para refrescar, el aroma peculiar de sus iglesias –sorprendentemente cada una tiene un aroma especifico, madera, flores, piedra.- La verdad es que me encanta que llegue el verano, disfrutar de las tradiciones del pueblo, ver la unidad entre las comunidades, esto me hace creer que el pasado y el futuro pueden encontrarse unidos en el presente y no por ello tener que diferir.  La comida típica, la barbacoa, los nopales, los hongos, las frutas y demás que me hacen disfrutar cada momento en Tepotzotlán.
Eso y más es para mí el 2016, un año en el que observar a Tepotzotlán, escuchar a turistas sonreír y maravillarse en cada punto cultural, académico o social, al que asistir a lo que siempre tiene preparado, el compartir una imagen, un video sobre lo bonito que es Tepotzotlán, eso es lo que a mí me satisface y me hace creer que siempre tiene algo para dar, algo para compartir y que sin importar la temporada, fecha o espacio; es un lugar en el que el corazón converge y se disfruta.   
Es por ello que esta es la última columna del año y me gustaría despedirme con el mejor pensamiento de Tepotzotlán. Y creo que es algo que ¡Tienes que vivir para saber de los placeres de la vida! Es por ello que en la esperanza de que en el 2017 sea un año tan favorable como lo fue el 2016. ¡Feliz año nuevo! 

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