De Tepotzotlán para el mundo

Jun 13, 2017

Concierto de la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de Tepotzotlán

Voces forjadas en un pueblo

Por Juan Alberto Vega [Albar Says] Para www.tepotzotlanpueblomagico.org

"La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido". Leonard Bernstein

Más de 10 años han transcurrido desde que Tepotzotlán abrió las puertas a la música juvenil, en este tiempo, se puede apreciar el trabajo, evolución y creatividad de niños, adolescentes y jóvenes que han afinado su creatividad, elocuencia y sensibilidad artística en la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de Tepotzotlán(OSIJT).  En este tiempo, la sociedad ha dado un giro de 360 grados, el altruismo se observa en cada uno de los conciertos que se preparan para conquistar a nuevos públicos y satisfacer a todos aquellos que forman parte de los seguidores de la orquesta.

El sábado 10 de junio del 2017, el Salón Candiles del Gran Hotel de Tepotzotlán, abrió sus puertas para un concierto de continuidad de la OSIJT y con ello, cada uno de los integrantes de la orquesta, los más de 150 asistentes entre invitados, familiares y curiosos que con mochila al hombro, llegaron para ser deleitados por el sonido de los instrumentos.  Sin embargo, el director de la Sinfónica, el maestro Ricardo Moya, dio un discurso en el que exaltaba a todos aquellos que detuvieron sus planes para participar del concierto y así retroalimentar a la orquesta con sus palmas, que además de motivar, son los elementos a los que se deben como artistas.   

Una combinación perfecta, entre sonidos y silencios, eso fue el repertorio. Entre elementos de los soundtrack de las películas de los “Locos Adams y de la Sirenita” en las que se integraron al público para que apoyase con sus palmas y esto le volviera participe desde las trincheras en el concierto. Tchaikovsky resonó en la sala con “Romeo & Juliet” además de escuchar a Prokofiev  con “Dance of the Knights” para llenar de un ambiente misterioso e incluso con vuelcos inesperados en las melodías. Las piezas barrocas y clásicas no pudieron faltar, entre ellas un fragmento de la Opera in the Underworld, que para muchos es conocida como el Can Can por ser parte de un fragmento en el mundo cultural por las bailarinas de diversidad, de la ciudad de París. Por una hora, la orquesta se encontró sintonizada para dar melodías que por meses se han preparado y con ellas encuentran  la búsqueda de nuevos elementos musicales. 

Al concluir el concierto, los padres de familia realizaron un pequeño convite en el que todos los que se encontraron presentes participaron. Forma perfecta para apreciar la diversidad y familiaridad entre los miembros de la orquesta y el público asistente, algo que permite a ciencia cierta, compartir experiencias, perspectivas y los elementos pertinentes que motivan a los jóvenes que se encuentran como integrantes de la orquesta.

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